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Por Jesús Miguel Escamilla Sanz 15 sept, 2020
Desde que se decretó el estado de alarma (Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo), muchas personas mayores dependientes y con enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson…) han dejado de asistir y participar en sus centros o servicios, se han roto sus rutinas y, en la mayoría de los casos, son las familias las que, de forma exclusiva, deben hacerse cargo de los apoyos que su familiar con dependencia y deterioro cognitivo. Sabemos que para la mayoría de las personas con deterioro cognitivo y/o demencias, es difícil comprender esta situación lo que genera situaciones de mayor sobrecarga para los cuidadores y/o familiares. También hay que tener en cuenta, la situación de personas mayores que viven solas y que, ya antes de la llegada del coronavirus precisaban de apoyos básicos para manejar su día a día. Muchas familias y personas con dependencia, podrán sobrellevar esta situación sin precisar de más apoyos, ya que cuentan con una importante red de apoyo y con suficientes recursos de afrontamiento. Pero hay personas que requerirán un apoyo extra para adaptarse al escenario actual, así como familias, especialmente aquellas con familiares con más necesidades de apoyo, que tenían cubierto sus necesidades con los servicios prestados en sus centros (algunos han cerrado o han reducido las horas asistenciales). Los psicólogos a domicilio y otros profesionales sociosanitarios formamos parte de los sistemas de apoyos personalizados, al tener la capacidad de reorganizarnos y, de forma flexible y creativa, adaptarnos a esta realidad tan compleja, comprendiendo lo que cada persona y familia necesita. La labor de los psicólogos y de otros profesionales sociosanitarios va encaminada a:  Ofrecer orientaciones, recomendaciones e intervenciones para una atención domiciliaria especializada, personalizada, segura y de calidad.  Proporcionar herramientas de afrontamiento y de trabajo como medidas facilitadoras de la convivencia familiar en esta nueva realidad. En esta nueva realidad, es difícil pensar en cómo adaptar al domicilio los apoyos y cuidados que los centros y otras organizaciones suelen dar a las personas y a las familias. En la mayoría de las ocasiones, son las personas y/o las familias las que se desplazan a los centros o servicios para recibir los apoyos que necesitan. Desde mis inicios profesionales, estoy apostando por modelos de apoyos centrados en las personas y sus familias, donde los apoyos se plantean y ofrecen a domicilio, es decir en el propio entorno de la persona. Trato de coordinarme con los servicios públicos (servicios sociales, centros médicos y especialidades…) y privados (centros de día, otros profesionales sociosanitarios) a pro de aunar recursos y esfuerzos para dar respuesta a las prioridades y necesidades de las familias y personas y, a la vez, cumplan con las medidas de prevención y protección frente al coronavirus. Los psicólogos a domicilio y demás profesionales sociosanitarios somos conocedores de que el objetivo de los apoyos es contribuir a que las personas (en la medida de sus posibilidades) y las familias se sientan competentes y capaces para hacer frente a esta nueva situación que estamos viviendo. Para ello, los psicólogos a domicilio y otros profesionales sociosanitarios nos enfocamos en:  Disminuir la sensación de soledad transmitiendo que psicólogo a domicilio y demás profesionales sociosanitarios seguimos formando parte de la red de apoyo de la familia /persona.  Detectar cuáles son las necesidades de la familia y la persona en esta nueva realidad para poder ofrecer el apoyo de manera efectiva y ajustada.  En la medida de lo posible, es importante que el profesional que apoye, sea una persona de confianza y referencia. El conocimiento previo puede ayudar a que la comunicación y colaboración sean más sencillas. Dadas las circunstancias, si se diera un cambio de profesional de referencia será fundamental garantizar que la información relevante sea trasmitida, con el acuerdo de la persona y su familia. Esta persona de apoyo debe dedicar el tiempo suficiente para recoger la información y demandas de la familia antes de plantear y prestar apoyos. La escucha activa será una competencia fundamental en todo este proceso.  Se debe concretar y consensuar cómo va a ser el apoyo o acompañamiento: cada cuanto tiempo, quién lo va a hacer, cómo va a ser… ¿Qué canales podemos utilizar para prestar los apoyos? Hay diferentes posibles canales: según el canal que se utilice (apoyo online, telefónico, apoyo presencial), y según la situación, necesidades y preferencias de la persona con dependencia /o deterioro cognitivo asociado y de la familia. APOYO TELEFÓNICO Es un apoyo individual generalmente dirigido a una persona o familia. Se utiliza una llamada telefónica para compartir información o prestar un apoyo concreto. Puede hacerse a través de teléfono o de otras plataformas que permiten hacer videollamadas. Es importante que las plataformas que utilicemos cumplan con el Reglamento General de Protección de Datos (es el reglamento europeo relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de sus datos personales y a la libre circulación de estos datos), como por ejemplo Doctoralia. APOYO ONLINE Las videoconsulta pueden dar más sensación de cercanía, facilitan la identificación de la persona que se dirige a ellos y se puede compartir material para mejorar la comunicación. Nosotros nos apoyamos en Doctoralia al utilizar un sistema sencillo y accesible. Mediante la aplicación enviamos información detallada sobre las ofertas de actividades online en las que pueda participar, para que ellas decidan en qué y cómo quieren participar. Para acceder se les envía un link para el acceso a la sesión. Otra ventaja de Doctoralia es que a persona y/o familiar puede pedir la hora de la cita según sus necesidades a través de la página web de Doctoralia Además, cada día son más las aplicaciones en el mercado atienden a las necesidades y preferencias de la persona y de la familia. Se recomienda que el uso de las mismas, sea supervisado por el profesional de referencia. Por ejemplo, NeuronUP es una aplicación para estimular capacidades cognitivas. APOYO PRESENCIAL El psicólogo a domicilio y demás profesionales sociosanitarios que acudan al domicilio han de garantizar las medidas de protección a las que obliga la ley. Este profesional debe cumplir con las medidas de prevención indicadas por las autoridades sanitarias, así como información y protocolos de actuación. En el caso de las sesiones grupales, es imprescindible el complimiento exhaustivo de las medidas de prevención y prevención a las que obliga la ley:  Uso obligatorio de la mascarilla  Distanciamiento social mediante mamparas de separación  Aforo < a 10 personas  Espacio ventilado  Disponibilidad de gel hidroalcohólico  Limpieza y desinfección del espacio entre grupos de trabajo.  Prohibir el acceso a personas con síntomas o que se encuentren mal.
Por Jesús Miguel Escamilla Sanz 09 jul, 2020
La asertividad consiste en la capacidad de expresar el propio punto de vista de un modo claro y respetuoso . Se trata de un equilibrio que evita caer en los dos extremos de la comunicación: - La comunicación pasiva es la que rehúye el conflicto, optando por no expresar malestares ni desacuerdos . Con ella, los problemas no se solucionan sino que quedan ocultos hasta que son imposibles de ignorar. - La comunicación agresiva es la que recurre a la ira o los reproches, generando conflicto en lugar de centrarse en la solución del problema. Un estilo de comunicación asertivo hace posible expresar tus propias necesidades y maximiza las posibilidades de satisfacerlas con éxito, por lo que resulta clave a la hora de conseguir tus objetivos laborales y sentirte satisfecho con tu trabajo. Consejos para desarrollar una comunicación asertiva - Analiza tus defectos y virtudes a la hora de comunicarte . El punto de partida para mejorar es saber dónde fallamos, así que párate a reflexionar sobre tu estilo de comunicación en el entorno profesional. ¿Tiendes a evitar los problemas o, por el contrario, te dejas llevar por las emociones y hablas antes de pensar en lo que vas a decir? - Habla en primera persona . La clave de la comunicación asertiva está en expresar tus necesidades sin ofender a los demás. Para evitar que se sientan acusados por tus palabras, usa siempre la perspectiva del yo y habla en primera persona: “necesito o creo que…” en vez de “tú has hecho…”. - Envía mensajes claros . Los rodeos y los circunloquios no te ayudan a conseguir lo que quieres. Intenta comunicar tus deseos de la manera más directa y clara posible, sin caer en la mala educación. - Usa tu lenguaje no verbal como apoyo . No se trata solo de lo que dices, sino también de cómo lo dices. Las posturas, los gestos y sobre todo, el tono de voz también comunican, así que debes aprender a ser consciente de ellos. - Aprende a escuchar. No lo olvides: hablar es solo la mitad de la comunicación. Si quieres mejorar tus habilidades de comunicación, aprender a escuchar marcará una gran diferencia. Usa la escucha activa para que tu interlocutor se sienta comprendido y asegúrate de entender lo que ha querido decir y de adaptar tu mensaje en función de las circunstancias. - Práctica las conversaciones clave . ¿Vas a pedirle un aumento de sueldo a tu jefe, a explicarle a tu pareja que su actitud te ha molestado? Si quieres salir airoso de las conversaciones más difíciles, un buen truco es practicarlas de antemano. Haz una chuleta (escribelo en un papel, usa las flechas de dirección). Piensa en qué quieres decir y cómo vas a decirlo, grábate o incluso busca a un amigo que te ayude a ensayar. - Elige el momento y el lugar más propicio . En ocasiones nos dejamos llevar por la impulsividad y pese a que el mensaje y la forma de decirlo parecen adecuados, el contexto puede echar por tierra nuestra asertividad. - Respira antes de hablar. No caigas en la trampa de dejarte llevar por las emociones. Si sientes que te estás acalorando, tómate unos momentos para respirar hondo y reflexionar sobre lo que vas a decir. - Aprende a decir “no” . Muchas veces decimos “sí” por miedo a resultar maleducados y acabamos encontrándonos en situaciones no deseadas. Si no quieres que el estrés acabe contigo, aprende a decir “no” a los proyectos que no te interesen.
Por Jesús M. Escamilla 20 may, 2020
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Por Jesús M. Escamilla 28 abr, 2020
Nos encontramos en un momento de alarma sanitaria debido al coronavirus que conlleva un cambio de rutinas, actividades y hábitos en nuestra vida en general que, en determinadas situaciones, se hace particularmente complejo , como por ejemplo, cuando un familiar con el que convivimos tiene Alzheimer o cualquier otra enfermedad neurodegenerativa. El cierre de centros de día, el no poder salir a dar un paseo, la prohibición o restricción de visitas a la residencia, la dificultad para ir a ver a familiares a su casa, o la convivencia de 24 horas, genera inquietud y sobre esfuerzo que debemos manejar de la mejor manera posible. Es recomendable, procurar mantener la calma, teniendo en cuenta que las dificultades de comprensión propias del deterioro cognitivo conllevan, además, que quienes lo padecen tienen una mayor dificultad para comprender y asimilar la nueva situación. Ante esta emergencia sanitaria todos debemos cuidarnos para paliar las consecuencias que esta situación puede generar , sobre todo para evitar que el sistema sanitario se colapse y que las personas más vulnerables enfermen. Como seres bio psico sociales que somos, tenemos que cuidar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra esfera social . Todas estas facetas, además de interactuar entre ellas, se ven afectadas, en mayor o menor medida, por la situación actual de confinamiento. La preocupación por gestionar de la mejor manera posible el día a día en obligado confinamiento, unida a la incertidumbre por el impacto que esta situación pueda tener en distintos ámbitos (económico, social, sanitario…), tanto a nivel individual como colectivo, puede conducir a un estado de estrés y ansiedad . Esta reacción es comprensible, pero hemos de procurar afrontar la situación desde la serenidad. La convivencia familiar ininterrumpida no siempre es fácil de gestionar y, con un familiar con deterioro cognitivo o demencia, es aún más compleja . Claramente, la situación actual exige dotarse de una buena dosis de paciencia, tolerancia y empatía, que solo desde el amor, el conocimiento (y auto conocimiento) y la responsabilidad puede afrontarse con sensación de control de uno mismo. Manejar el aumento en la sobrecarga del cuidador: la ansiedad y el estrés pueden provocar la disminución de nuestras defensas y afectar a nuestro sistema inmunológico, y estamos en unos momentos en que lo necesitamos bien fuerte. Algunos de los síntomas que nos indican que estamos sufriendo altos niveles de ansiedad son: Físicamente: palpitaciones, taquicardia, boca seca, sensación de opresión en el pecho, molestias gástricas, dificultad en conciliar el sueño.... Mentalmente : dificultad de concentración, irritabilidad, incapacidad para tomar decisiones, pensamientos negativos... Emocionalmente : miedo, desesperación, sensación de falta de control, síntomas depresivos... Los adultos mayores, especialmente en aislamiento y aquellos con deterioro cognitivo / demencia, pueden convertirse en más ansiosos, enojados, estresados, agitados y retraídos mientras está en cuarentena . Para tratar de minimizar el impacto de esta situación en nuestra salud y bienestar, así como en los de la persona a quien cuidamos, pueden ser de gran utilidad las siguientes recomendaciones tratando de ajustarse a las características personales y posibilidades Brinda apoyo práctico y emocional a través de redes informales (familia/cuidadores). Practica el acompañamiento psicológico: escucha activa, mantener rutinas y mismos horarios para las actividades, iniciar actividades terapéuticas y lúdicas con ellos: tareas de lápiz/papel, cartas, parchís… La música y ver fotos antiguas son herramientas para reducir los niveles de ansiedad y agitación Control exhaustivo de la salud por profesionales sanitarios: médicos, enfermeras… Comparte hechos simples sobre lo que está sucediendo. Brinda información clara sobre cómo reducir el riesgo de infección en palabras que las personas mayores con / sin deterioro cognitivo pueden entender. Repite la información cuando sea necesario. Las instrucciones deben comunicarse en una forma clara, concisa, respetuosa y paciente Nos podemos apoyar que la información sea por escrito o en imágenes. Involucrar a su familia y otras redes de apoyo para proporcionar información y ayudarlos a practicar medidas de prevención (por ejemplo, lavado de manos, etc.). En situaciones de confinamiento, intenta tanto como sea posible mantener sus rutinas diarias personales, laborales y familiares. Haz uso del correo electrónico, redes sociales, videoconferencia y teléfono para mantenerte en contacto con amigos, familiares y seres queridos
Por Jesús M. Escamilla 28 abr, 2020
1. La terapia psicológica online es ideal para personas que por su situación personal tengan dificultades para desplazarse al centro de psicología. Por ejemplo, personas con movilidad reducida, con demencia, personas que sufren agorafobia, etc. 2. La terapia online puede utilizarse como un primer contacto con el centro de psicología y el profesional que te atenderá, antes de decidirte por la terapia presencial . 3. La terapia online es una opción cómoda, dado que tenemos más libertad a la hora de elegir el lugar en el que podemos ponernos . De hecho, algo tan sencillo como poder estar en la silla más cómoda de la casa y regular directamente la temperatura de la habitación se agradece: ayuda a centrarse en la terapia. ¿Cuál es el lugar donde nos sentimos más cómodos y seguros? La mayoría de las personas solemos contestar, en casa o en algún otro que nos resulte familiar, como l ugar donde relajarse y abrirse acerca de los problemas que queremos superar. Esto puede llegar a hacer que la comunicación sea más fluida , dado que estaremos menos "a la defensiva" en la primera etapa del proceso terapéutico. Además, muchas veces permite que la fase de la intervención llegue un poco antes, dado que al estar en un lugar en el que se sienten cómodos y que conocen bien, los pacientes necesitan algo menos de tiempo para habituarse a estas sesiones. De este modo, a los psicólogos nos llega a resultar más fácil conocer el punto de vista de quienes buscan nuestra ayuda. 4. La terapia online permite ahorrar mucho tiempo, al no tener que invertir tiempo en ir y volver de la consulta del psicólogo . Esto no solo es agradable por motivos evidentes, sino que permite ahorrar y, sobre todo, hace que sea más sencillo incluir las sesiones psicológicas en nuestro horario. Se trata de una característica que agradecen sobre todo las personas muy ocupadas con su trabajo o aquellas personas que tienen que acompañar a personas con deterioro cognitivo o dependientes, por ejemplo. Además, pueden alternar la terapia online y presencial si lo desean. 5. La terapia online tiene mucho potencial a la hora de la adhesión al tratamiento y poner las cosas fáciles para que los pacientes lleguen al final del proceso de mejoría, sin tirar la toalla por el camino . 6. Todas las sesiones de terapia, han cumplir los principios de garantía de confidencialidad acerca de la información que los pacientes revelan de sí mismos : los psicólogos no pueden difundir aquello que las personas deciden compartir con el profesional al hablar de sus vidas y de sus problemas, con la excepción de los casos en los que su vida o la de alguien más esté en peligro. A diferencia, de lo que se podría llegar a pensar inicialmente, la terapia online aporta un extra de discreción , ya que al no tener que ir al gabinete, consultorio o clínica de psicología, es prácticamente imposible que los demás sepan que está acudiendo a un psicólogo . Esto es algo que no todo el mundo tiene en cuenta, dado que ir al psicólogo está muy normalizado y ya no supone un estigma, pero siguen existiendo personas que aprecian esta característica de la terapia online. Además, las plataformas para llevar a cabo la videoconsulta han de asegurar estos principios de confidencialidad y privacidad . 7. La terapia online ¿la tarifa es más económica? En principio no tiene por qué dado que lo que l os psicólogos dedicamos el mismo conocimiento y tiempo a la terapia . Aunque, hay profesionales que optamos por rebajar el precio al entender que podemos tener menos costes estructurales. La vía al final no es lo más importante, sino el profesional y calidad de la terapia. La mayoría de pacientes y psicólogos que ofrecen asistencia online repiten y están muy satisfechos. Para concluir, las diferencias que podría encontrar entre la terapia online y la presencial podríamos reducirlo a una: el canal de la comunicación. Las sesiones online se apoyan en internet (videoconsulta), atención telefónica y mensajería, mientras las presenciales en el espacio físico compartido con el psicólogo: consulta o en el domicilio. El nivel de eficacia, el proceso terapéutico, así como las técnicas empleadas son los mismos.
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